Para muchos autónomos y pequeñas empresas, poder analizar los puntos flacos de su economía resulta difícil, tedioso y aburrido. Sin embargo, es fundamental conocer aquellos puntos de nuestro negocio que son menos rentables, de forma que podamos mejorar aquellos aspectos que no nos den los números deseados.
Como ya sabéis, es obligatorio llevar a cabo un libro de ingresos y gastos de la actividad. Si todavía no te has puesto con ello, te proponemos que le des una oportunidad. Además de ir acorde a la legislación vigente, conseguirás tener una visión mucho más clara de tu negocio!
Si dentro de tu negocio llevas a cabo distintas actividades, lo más recomendable es llevar una hoja de cálculo con los importes de cada una. Por ejemplo, si además de prestar servicios de fisioterapia, vendes productos, lo ideal es tener tu cuenta de resultados diversificada. De esta forma podrá conocer al detalle la rentabilidad de cada actividad. En definitiva, estarás haciendo una cuenta de explotación de tu actividad.
Recuerda que para obtener la rentabilidad real, debes incluir no sólo los gastos de explotación (siguiendo con el ejemplo, sería el coste de los productos que vendes), sino también aquellos gastos indirectos en los que incurres para prestar el servicio, como son por ejemplo , los seguros sociales o los impuestos.
Una vez restemos a los ingresos el importe total de los gastos, podremos conocer el beneficio neto de nuestro negocio.
Te dejamos a continuación un pequeño ejemplo de cuenta de explotación para ayudarte con los cálculos:
Puedes descargar el documento en el siguiente enlace:
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